Fritjof Capra
SI OBSERVAMOS LOS PROBLEMAS CRÍTICOS DE NUESTRO TIEMPO, vemos que ellos no pueden ser entendidos aisladamente. Todos ellos están relacionados. Los problemas son problemas sistémicos, lo que significa que todos ellos están interconectados y son interdependientes.
Algunos ejemplos: La estabilización de la población mundial sólo será posible cuando la pobreza sea reducida mundialmente; la extinción de especies animales y de plantas en una escala masiva continuará mientras los países del Tercer Mundo continúen cargados con deudas aplastantes. Sólo si detenemos la carrera internacional armamentista tendremos los recursos para evitar los muchos impactos destructivos sobre la biosfera y la vida humana.
En último término, estos problemas están todos interconectados y son diferentes aspectos de una única crisis - una crisis que es en gran parte una crisis de percepción. Sólo si llegamos a percibir el Mundo de un modo diferente seremos capaces de actuar diferentemente. Los investigadores en la vanguardia de la ciencia, varios movimientos sociales y numerosas redes alternativas están desarrollando una nueva visión de la realidad - una visión que formará la base de nuestras tecnologías, sistemas económicos e instituciones sociales futuras. Estamos en el comienzo de un cambio de Paradigmas tan radical como la Revolución Coperniquiana.
Pero esta comprensión no ha brotado aún en nuestros líderes políticos. Ni tampoco en nuestros líderes corporativos (o empresarios). Ni tampoco en los académicos de nuestras grandes universidades. Las tecnologías y las prácticas comerciales de la comunidad corporativa están firmemente apoyadas por el establecimiento (establishement) científico. Sin embargo, la razón para este apoyo de peligrosas y no atenuadas actividades no es una conspiración, creo yo.
Esto se deriva del hecho de que nuestros líderes corporativos y políticos, tanto como los asesores científicos de nuestros gobiernos, las fundaciones dadoras de fondos y becas, los partidos políticos establecidos y la mayoría de la comunidad corporativa (o empresarial), están todos cautivos de la misma Visión del Mundo, de las percepciones que han ocasionado nuestra crisis global.
¿Cuáles son estas percepciones?. Estas percepciones son lo que a menudo se llama el antiguo Paradigma. Este consiste de un número de supuestos, entre ellos el parecer de que el Universo es un sistema mecánico compuesto de bloques constructivos aislados y elementales - una visión mecanicista que se remonta a la filosofía de Descartes en el siglo 17, y a la física de Galileo y Newton. Correspondientemente, nosotros tenemos la visión del cuerpo humano como una máquina. Más aún, existe el parecer de que la vida de la sociedad constituye una lucha competitiva por la existencia - una herencia del Darwinismo Social del siglo 19. Además tenemos la creencia en el progreso material ilimitado a ser alcanzado a través del crecimiento económico y tecnológico, lo que es parte de nuestro pensamiento lineal. Se piensa que si tu produces algo bueno entonces más de lo mismo podría ser mejor. Mientras más acumulas, se cree, mejor será.
TODOS ESTOS SUPUESTOS han sido fatídicamente desafiados por eventos recientes y, de hecho, una revisión radical de ellos está ocurriendo ahora. El nuevo Paradigma que emerge puede ser llamado una Visión del Mundo Holística, pues ve al Mundo como un todo integrado antes que como una colección disociada de partes. También puede ser llamado Ecología Profunda.
La Ecología Profunda no separa a los humanos del ambiente natural, ni separa nada de todo lo demás en este ambiente. Esta ve al Mundo como un entramado o red (network) de fenómenos, interconectados e interdepen-dientes. Esta reconoce los valores intrínsecos de todos los seres vivientes y considera a los humanos sólo como una hebra particular en la Red de la Vida.
Ahora bien, sabemos que somos una hebra muy especial. Tenemos cualidades que ninguna otra especie tiene. Pero si yo fuera un erizo, hablándole a otros erizos, diría exactamente la misma cosa en el lenguaje de los erizos. También los erizos son complétamente únicos como especie y poseen cualidades que ninguna otra especie posee.
En último término, esta profunda consciencia ecológica es una consciencia espiritual - si es que el concepto del espíritu humano es entendido como el modo de consciencia en el que el individuo se siente conectado al cosmos como un todo de un modo inmediato, experiencial, con la consciencia de ser miembro del cosmos, de estar en comunión con el cosmos. Comprendiendo esto, podemos ver que la Ecología Profunda consiste en lo mismo que la así llamada Filosofía Perenne de las tradiciones espirituales. Este fue el comienzo de mi viaje de investigación - el descubrir sorprendentes paralelos entre mi propio campo científico (la física de partículas) y los conceptos de las tradiciones espirituales Orientales - el Hinduísmo, el Budismo y el Taoísmo.
Al principio estos paralelos fueron muy sorprendentes y yo no entendía el contexto muy bien. Sólo años después me dí cuenta cuenta del contexto: ¡Ecología Profunda!.
De este modo, tu encontrarás que una Visión Ecológica del Mundo consiste en lo mismo que una visión del Mundo verdaderamente espiritual, ya sea ésta la espiritualidad Oriental o la espiritualidad de los místicos Cristianos, o de los místicos Judíos o Islámicos, o la cosmología subyacente a las tradiciones espirituales de los Nativos Americanos.
EL ENFOQUE SISTÉMICO considera al Mundo en términos de relaciones e integración. Los sistemas son todos integrados cuyas propiedades no pueden ser reducidas a aquellas de las unidades más pequeñas que los componen. Ejemplos de sistemas abundan en la Naturaleza. Cada organismo, desde la más pequeña bacteria hasta la amplia variedad de plantas y humanos, es un todo integrado y así un sistema viviente. Las partes de organismos son sistemas vivientes. Por ejemplo, en nuestros cuerpos tenemos órganos, y cada órgano es un sistema viviente integrado. Cada tejido es un sistema viviente integrado. Cada célula es un sistema viviente integrado. Pero los sistemas vivientes no se limitan a organismos individuales y sus partes. Hay sistemas sociales, como una familia o una comunidad. Hay ecosistemas, en los cuales una variedad de organismos individuales están unidos en una red de interacciones. Los mismos aspectos de totalidad integrada son exhibidos por todos estos sistemas vivientes. Las propiedades sistémicas son destruidas cuando un sistema es disectado, ya sea teóricamente o físicamente, en partes aisladas. Aunque podemos discernir partes individuales en cualquier sistema, estas partes no están aisladas, y la naturaleza del todo es siempre diferente y más que la suma de las partes. Y, por lo tanto, el enfoque sistémico no se concentra en bloques constructivos básicos, sino que más bien se concentra en los principios básicos de la organización del sistema como un todo.
Esta manera sistémica de pensar tiene muchas implicancias importantes, no sólo para la ciencia y la filosofía, sino que también para la sociedad y nuestras vidas diarias. Debido a que los sistemas vivientes se extienden a un gran rango de fenómenos, incluyendo organismos individuales, sitemas sociales, y ecosistemas, la teoría de sistemas proporciona un lenguaje ideal para unificar muchos campos de estudio y muchas áreas que han estado aisladas y fragmentadas.
MIENTRAS ESTOS DESARROLLOS ESTAN OCURRIENDO, desafortunadamente los conceptos y valores que ellos implican son aún excluidos del diálogo político en muchos países. Nuestros líderes políticos permanecen confinados por la estructura de pensamiento más estrecha del antiguo Paradigma y continúa el enfoque fragmentado que ha llegado a ser tan característico de nuestras disciplinas políticas y agencias de gobierno. Y tal enfoque no podrá resolver nunca ninguno de los problemas sino meramente cambiarlos erráticamente - de tal modo que un año el problema número uno es la inflación; y luego el desempleo; y luego son las drogas y el crimen; y luego es algún problema ambiental; y así sucesivamente. Pero el verdadero problema, en el fondo, no es enfrentado, el que es la percepción equivocada de la realidad.
La interconectividad es no sólo una interconectividad en el espacio (a todo lo amplio del globo), sino que también se extiende en el tiempo, en el sentido de que diferentes soluciones afectarán a las generaciones futuras de diferentes modos. Los políticos, con su visión cortoplacista (desde ahora hasta la próxima elección) y los empresarios con su visión cortoplacista (desde ahora hasta el próximo reporte anual) muy raramente reconocen cómo las acciones actuales afectan a las futuras generaciones.
En los últimos pocos años un concepto ha emergido que ha sido extremadamente valioso. Me refiero al concepto de Sustentabilidad. Desde el punto de vista sistémico sólo aquellas soluciones que son sustentables son aceptables. Esto significa (en la definición del Worldwatch Institute): "Una sociedad sustentable es una que satisface sus necesidades sin disminuir las posibilidades de las futuras generaciones de satisfacer las suyas". Esta es una definición muy amplia de sustentabilidad. Es para mí, en una cáscara de nuez, el desafío de los '90 - crear tales sociedades sustentables, y ambientes sociales y culturales, satisfaciendo nuestras necesidades sin poner en peligro las posibilidades de las generaciones futuras.
Déjenme mencionar sólo un aspecto de la Sustentabilidad, que es la Economía Sustentable. Esta es el rechazo de la actual persecución del crecimiento incualificado o indiscriminado. El propósito de la actividad económica no debiera ser incrementar el Producto Nacional Bruto (PNB), sino que incrementar el bienestar humano. ¡Eso es de lo que debiera tratarse realmente la actividad económica!. Cotidianamente vemos que el crecimiento económico incualificado e irrestricto es la fuerza motriz de las políticas económicas de la mayoría de los países. Trágicamente, es también la fuerza motriz detrás de la mayoría de la destrucción ambiental.
El crecimiento económico puede por supuesto incrementar el bienestar humano, pero sólo bajo ciertas condiciones. Debemos ser capaces de cualificar el concepto de crecimiento, y necesitamos distinguir entre buen crecimiento y mal crecimiento. Y aquí el concepto de sustentabilidad es crucial.
Hay unas pocas preguntas simples que podemos hacer. Por ejemplo: ¿Crecimiento de qué?. Sólo los productos y servicios que sean beneficiosos contribuirán al bienestar humano. Si creamos productos y servicios que sean frívolos, o incluso dañinos, peligrosos, no-saludables o destructivos, el PNB aún crecerá pero el bienestar humano no se incrementará. La segunda pregunta es: ¿Crecimiento para Quiénes?. Sólo cuando los bienes y servicios sean distribuidos ampliamente en la sociedad el bienestar humano se incrementará apreciablemente.Y, finalmente, tenemos que preguntar: ¿Crecimiento a Qué Costo?, debido a que los beneficios del crecimiento económico deben pesar más que los costos sociales y ambientales de la producción, los que están siempre presentes. Y debemos ser capaces de llevar nota de estos costos e incluirlos en las consideraciones económicas.
De este modo, el crecimiento económico no debiera ser medido sólo cuantitativamente, como incrementos en la producción, sino que también cualitativamente, como incremento del bienestar humano. Tal nuevo concepto del crecimiento presenta un cambio de lo cuantitativo a lo cualitativo, algo que es típico de un cambio de Paradigma. Al mismo tiempo, esto es enteramente consistente con la visión sistémica de la vida, porque en el mundo viviente el crecimiento tiene no sólo una dimensión cuantitativa. Para un ser humano, por ejemplo, crecer significa alcanzar la madurez - no sólo llegar a ser más y más grande físicamente, sino que existe un crecimiento interior cualitativo. Y lo mismo es cierto para todos los sistemas vivientes. El concepto sistémico de crecimiento es siempre cualitativo y multidemensional.Un problema central surge cuando uno trata de adoptar esta noción cualitativa del crecimiento - consistiendo el problema en que a muchos aspectos de este tipo de crecimiento económico no puede dárseles valor monetario. De tal modo que uno no puede ir a la Escuela Londinense de Economía y pedirles que diseñen un análisis costo-beneficio, debido a que los valores no pueden ser cuantificados. Así, hay elecciones no-monetarias a ser hechas - elecciones de valores. Y esto nos lleva a un aspecto muy importante del cambio de Paradigma - la cuestión de los valores.
Y AQUÍ ES INTERESANTE NOTAR una sorprendente conexión entre (cambios de) pensamiento y valores. Ambos pueden ser vistos como cambios desde la auto-afirmación hacia la integración. Estas dos tendencias, la auto-afirmativa y la integrativa, son ambas aspectos esenciales de todos los sistemas vivientes. Todo sistema viviente es un todo integrado y tiene sus propias cualidades individuales y necesita afirmarse a sí mismo vis a vis otros sistemas. Pero, al mismo tiempo, cada organismo viviente está incrustado en sistemas mayores (en sistemas sociales y ecosistemas), y necesita integrarse a sí mismo dentro de estos sistemas mayores. Y estas dos tendencias son opuestas - la auto-afirmación y la integración. Ambas son necesarias. Así es que lo bueno no es una tendencia sino el equilibrio. Y lo que es malo y no-saludable es el desequilibrio. Y en el antiguo Paradigma hemos estado sobreenfatizando los valores auto-afirmativos y hemos desatendido a las contrapartes integrativas. Así, lo que yo estoy sugiriendo no es abandonar un tipo en favor del otro, sino alcanzar un mayor equilibrio entre los dos.
Y con eso en mente, echemos una mirada a las varias manifestaciones de este cambio desde la auto-afirmación hacia la integración. En lo que concierne al pensamiento, estamos hablando acerca de un cambio desde lo racional a lo intuitivo, desde el análisis a la síntesis, desde el reduccionismo al holismo, desde en pensamiento lineal al no-lineal. Y en lo que concierne a los valores, estamos observando un cambio correspondiente, desde la competición a la cooperación, desde la expansión a la conservación, desde la cantidad hacia la cualidad, desde la dominación hacia el compañerismo.Ahora bien, cuando miramos todos esos conjuntos opuestos de valores, uno se da cuenta de que los valores auto-afirmativos (competición, expansión, dominación, etc,) están generalmente asociados con los hombres. Y, de hecho, en la sociedad patriarcal, ellos no sólo son favorecidos, sino que se les da recompensa económica y poder político. Y esta es una de las razones de por qué el cambio hacia un sistema de valores más equilibrado es tan difícil para muchas personas, y especialmente para muchos hombres, ya que hemos invertido tanto en los valores auto-afirmativos.
ES ÚTIL DAR UNA MIRADA al poder, y a lo que éste es. Uno es el poder en el sentido de dominación sobre otros. Y eso es, por supuesto excesiva auto-afirmación. Y la estructura social en la que es ejercido más efectivamente es la jerarquía. Y, de hecho, nuestras estructuras militares y corporativas o empresariales están jerárquicamente organizadas con los hombres ocupando generalmente los niveles superiores y las mujeres ocupando los inferiores de las jerarquías. Muchos de estos hombres (y, por supuesto, también algunas mujeres) han llegado a ver su posición en la jerarquía como parte de su identidad. Y por supuesto el cambio a un conjunto diferente de valores, a un sistema social diferente donde uno se aleja de rígidas jerarquías, genera miedo existencial en ellos. Ellos temen perder su lugar en la jerarquía que es parte de su identidad.
Sin embargo, hay otro tipo de poder, un poder que es más apropiado para el nuevo Paradigma. La estructura ideal para ese tipo de poder no es la jerarquía, sino la red (network). La red es una de las metáforas centrales del pensamiento sistémico. Y, de este modo, el cambio de Paradigma incluye un cambio desde las jerarquías a las redes.
SI OBSERVAMOS LOS PROBLEMAS CRÍTICOS DE NUESTRO TIEMPO, vemos que ellos no pueden ser entendidos aisladamente. Todos ellos están relacionados. Los problemas son problemas sistémicos, lo que significa que todos ellos están interconectados y son interdependientes.
Algunos ejemplos: La estabilización de la población mundial sólo será posible cuando la pobreza sea reducida mundialmente; la extinción de especies animales y de plantas en una escala masiva continuará mientras los países del Tercer Mundo continúen cargados con deudas aplastantes. Sólo si detenemos la carrera internacional armamentista tendremos los recursos para evitar los muchos impactos destructivos sobre la biosfera y la vida humana.
En último término, estos problemas están todos interconectados y son diferentes aspectos de una única crisis - una crisis que es en gran parte una crisis de percepción. Sólo si llegamos a percibir el Mundo de un modo diferente seremos capaces de actuar diferentemente. Los investigadores en la vanguardia de la ciencia, varios movimientos sociales y numerosas redes alternativas están desarrollando una nueva visión de la realidad - una visión que formará la base de nuestras tecnologías, sistemas económicos e instituciones sociales futuras. Estamos en el comienzo de un cambio de Paradigmas tan radical como la Revolución Coperniquiana.
Pero esta comprensión no ha brotado aún en nuestros líderes políticos. Ni tampoco en nuestros líderes corporativos (o empresarios). Ni tampoco en los académicos de nuestras grandes universidades. Las tecnologías y las prácticas comerciales de la comunidad corporativa están firmemente apoyadas por el establecimiento (establishement) científico. Sin embargo, la razón para este apoyo de peligrosas y no atenuadas actividades no es una conspiración, creo yo.
Esto se deriva del hecho de que nuestros líderes corporativos y políticos, tanto como los asesores científicos de nuestros gobiernos, las fundaciones dadoras de fondos y becas, los partidos políticos establecidos y la mayoría de la comunidad corporativa (o empresarial), están todos cautivos de la misma Visión del Mundo, de las percepciones que han ocasionado nuestra crisis global.
¿Cuáles son estas percepciones?. Estas percepciones son lo que a menudo se llama el antiguo Paradigma. Este consiste de un número de supuestos, entre ellos el parecer de que el Universo es un sistema mecánico compuesto de bloques constructivos aislados y elementales - una visión mecanicista que se remonta a la filosofía de Descartes en el siglo 17, y a la física de Galileo y Newton. Correspondientemente, nosotros tenemos la visión del cuerpo humano como una máquina. Más aún, existe el parecer de que la vida de la sociedad constituye una lucha competitiva por la existencia - una herencia del Darwinismo Social del siglo 19. Además tenemos la creencia en el progreso material ilimitado a ser alcanzado a través del crecimiento económico y tecnológico, lo que es parte de nuestro pensamiento lineal. Se piensa que si tu produces algo bueno entonces más de lo mismo podría ser mejor. Mientras más acumulas, se cree, mejor será.
TODOS ESTOS SUPUESTOS han sido fatídicamente desafiados por eventos recientes y, de hecho, una revisión radical de ellos está ocurriendo ahora. El nuevo Paradigma que emerge puede ser llamado una Visión del Mundo Holística, pues ve al Mundo como un todo integrado antes que como una colección disociada de partes. También puede ser llamado Ecología Profunda.
La Ecología Profunda no separa a los humanos del ambiente natural, ni separa nada de todo lo demás en este ambiente. Esta ve al Mundo como un entramado o red (network) de fenómenos, interconectados e interdepen-dientes. Esta reconoce los valores intrínsecos de todos los seres vivientes y considera a los humanos sólo como una hebra particular en la Red de la Vida.
Ahora bien, sabemos que somos una hebra muy especial. Tenemos cualidades que ninguna otra especie tiene. Pero si yo fuera un erizo, hablándole a otros erizos, diría exactamente la misma cosa en el lenguaje de los erizos. También los erizos son complétamente únicos como especie y poseen cualidades que ninguna otra especie posee.
En último término, esta profunda consciencia ecológica es una consciencia espiritual - si es que el concepto del espíritu humano es entendido como el modo de consciencia en el que el individuo se siente conectado al cosmos como un todo de un modo inmediato, experiencial, con la consciencia de ser miembro del cosmos, de estar en comunión con el cosmos. Comprendiendo esto, podemos ver que la Ecología Profunda consiste en lo mismo que la así llamada Filosofía Perenne de las tradiciones espirituales. Este fue el comienzo de mi viaje de investigación - el descubrir sorprendentes paralelos entre mi propio campo científico (la física de partículas) y los conceptos de las tradiciones espirituales Orientales - el Hinduísmo, el Budismo y el Taoísmo.
Al principio estos paralelos fueron muy sorprendentes y yo no entendía el contexto muy bien. Sólo años después me dí cuenta cuenta del contexto: ¡Ecología Profunda!.
De este modo, tu encontrarás que una Visión Ecológica del Mundo consiste en lo mismo que una visión del Mundo verdaderamente espiritual, ya sea ésta la espiritualidad Oriental o la espiritualidad de los místicos Cristianos, o de los místicos Judíos o Islámicos, o la cosmología subyacente a las tradiciones espirituales de los Nativos Americanos.
EL ENFOQUE SISTÉMICO considera al Mundo en términos de relaciones e integración. Los sistemas son todos integrados cuyas propiedades no pueden ser reducidas a aquellas de las unidades más pequeñas que los componen. Ejemplos de sistemas abundan en la Naturaleza. Cada organismo, desde la más pequeña bacteria hasta la amplia variedad de plantas y humanos, es un todo integrado y así un sistema viviente. Las partes de organismos son sistemas vivientes. Por ejemplo, en nuestros cuerpos tenemos órganos, y cada órgano es un sistema viviente integrado. Cada tejido es un sistema viviente integrado. Cada célula es un sistema viviente integrado. Pero los sistemas vivientes no se limitan a organismos individuales y sus partes. Hay sistemas sociales, como una familia o una comunidad. Hay ecosistemas, en los cuales una variedad de organismos individuales están unidos en una red de interacciones. Los mismos aspectos de totalidad integrada son exhibidos por todos estos sistemas vivientes. Las propiedades sistémicas son destruidas cuando un sistema es disectado, ya sea teóricamente o físicamente, en partes aisladas. Aunque podemos discernir partes individuales en cualquier sistema, estas partes no están aisladas, y la naturaleza del todo es siempre diferente y más que la suma de las partes. Y, por lo tanto, el enfoque sistémico no se concentra en bloques constructivos básicos, sino que más bien se concentra en los principios básicos de la organización del sistema como un todo.
Esta manera sistémica de pensar tiene muchas implicancias importantes, no sólo para la ciencia y la filosofía, sino que también para la sociedad y nuestras vidas diarias. Debido a que los sistemas vivientes se extienden a un gran rango de fenómenos, incluyendo organismos individuales, sitemas sociales, y ecosistemas, la teoría de sistemas proporciona un lenguaje ideal para unificar muchos campos de estudio y muchas áreas que han estado aisladas y fragmentadas.
MIENTRAS ESTOS DESARROLLOS ESTAN OCURRIENDO, desafortunadamente los conceptos y valores que ellos implican son aún excluidos del diálogo político en muchos países. Nuestros líderes políticos permanecen confinados por la estructura de pensamiento más estrecha del antiguo Paradigma y continúa el enfoque fragmentado que ha llegado a ser tan característico de nuestras disciplinas políticas y agencias de gobierno. Y tal enfoque no podrá resolver nunca ninguno de los problemas sino meramente cambiarlos erráticamente - de tal modo que un año el problema número uno es la inflación; y luego el desempleo; y luego son las drogas y el crimen; y luego es algún problema ambiental; y así sucesivamente. Pero el verdadero problema, en el fondo, no es enfrentado, el que es la percepción equivocada de la realidad.
La interconectividad es no sólo una interconectividad en el espacio (a todo lo amplio del globo), sino que también se extiende en el tiempo, en el sentido de que diferentes soluciones afectarán a las generaciones futuras de diferentes modos. Los políticos, con su visión cortoplacista (desde ahora hasta la próxima elección) y los empresarios con su visión cortoplacista (desde ahora hasta el próximo reporte anual) muy raramente reconocen cómo las acciones actuales afectan a las futuras generaciones.
En los últimos pocos años un concepto ha emergido que ha sido extremadamente valioso. Me refiero al concepto de Sustentabilidad. Desde el punto de vista sistémico sólo aquellas soluciones que son sustentables son aceptables. Esto significa (en la definición del Worldwatch Institute): "Una sociedad sustentable es una que satisface sus necesidades sin disminuir las posibilidades de las futuras generaciones de satisfacer las suyas". Esta es una definición muy amplia de sustentabilidad. Es para mí, en una cáscara de nuez, el desafío de los '90 - crear tales sociedades sustentables, y ambientes sociales y culturales, satisfaciendo nuestras necesidades sin poner en peligro las posibilidades de las generaciones futuras.
Déjenme mencionar sólo un aspecto de la Sustentabilidad, que es la Economía Sustentable. Esta es el rechazo de la actual persecución del crecimiento incualificado o indiscriminado. El propósito de la actividad económica no debiera ser incrementar el Producto Nacional Bruto (PNB), sino que incrementar el bienestar humano. ¡Eso es de lo que debiera tratarse realmente la actividad económica!. Cotidianamente vemos que el crecimiento económico incualificado e irrestricto es la fuerza motriz de las políticas económicas de la mayoría de los países. Trágicamente, es también la fuerza motriz detrás de la mayoría de la destrucción ambiental.
El crecimiento económico puede por supuesto incrementar el bienestar humano, pero sólo bajo ciertas condiciones. Debemos ser capaces de cualificar el concepto de crecimiento, y necesitamos distinguir entre buen crecimiento y mal crecimiento. Y aquí el concepto de sustentabilidad es crucial.
Hay unas pocas preguntas simples que podemos hacer. Por ejemplo: ¿Crecimiento de qué?. Sólo los productos y servicios que sean beneficiosos contribuirán al bienestar humano. Si creamos productos y servicios que sean frívolos, o incluso dañinos, peligrosos, no-saludables o destructivos, el PNB aún crecerá pero el bienestar humano no se incrementará. La segunda pregunta es: ¿Crecimiento para Quiénes?. Sólo cuando los bienes y servicios sean distribuidos ampliamente en la sociedad el bienestar humano se incrementará apreciablemente.Y, finalmente, tenemos que preguntar: ¿Crecimiento a Qué Costo?, debido a que los beneficios del crecimiento económico deben pesar más que los costos sociales y ambientales de la producción, los que están siempre presentes. Y debemos ser capaces de llevar nota de estos costos e incluirlos en las consideraciones económicas.
De este modo, el crecimiento económico no debiera ser medido sólo cuantitativamente, como incrementos en la producción, sino que también cualitativamente, como incremento del bienestar humano. Tal nuevo concepto del crecimiento presenta un cambio de lo cuantitativo a lo cualitativo, algo que es típico de un cambio de Paradigma. Al mismo tiempo, esto es enteramente consistente con la visión sistémica de la vida, porque en el mundo viviente el crecimiento tiene no sólo una dimensión cuantitativa. Para un ser humano, por ejemplo, crecer significa alcanzar la madurez - no sólo llegar a ser más y más grande físicamente, sino que existe un crecimiento interior cualitativo. Y lo mismo es cierto para todos los sistemas vivientes. El concepto sistémico de crecimiento es siempre cualitativo y multidemensional.Un problema central surge cuando uno trata de adoptar esta noción cualitativa del crecimiento - consistiendo el problema en que a muchos aspectos de este tipo de crecimiento económico no puede dárseles valor monetario. De tal modo que uno no puede ir a la Escuela Londinense de Economía y pedirles que diseñen un análisis costo-beneficio, debido a que los valores no pueden ser cuantificados. Así, hay elecciones no-monetarias a ser hechas - elecciones de valores. Y esto nos lleva a un aspecto muy importante del cambio de Paradigma - la cuestión de los valores.
Y AQUÍ ES INTERESANTE NOTAR una sorprendente conexión entre (cambios de) pensamiento y valores. Ambos pueden ser vistos como cambios desde la auto-afirmación hacia la integración. Estas dos tendencias, la auto-afirmativa y la integrativa, son ambas aspectos esenciales de todos los sistemas vivientes. Todo sistema viviente es un todo integrado y tiene sus propias cualidades individuales y necesita afirmarse a sí mismo vis a vis otros sistemas. Pero, al mismo tiempo, cada organismo viviente está incrustado en sistemas mayores (en sistemas sociales y ecosistemas), y necesita integrarse a sí mismo dentro de estos sistemas mayores. Y estas dos tendencias son opuestas - la auto-afirmación y la integración. Ambas son necesarias. Así es que lo bueno no es una tendencia sino el equilibrio. Y lo que es malo y no-saludable es el desequilibrio. Y en el antiguo Paradigma hemos estado sobreenfatizando los valores auto-afirmativos y hemos desatendido a las contrapartes integrativas. Así, lo que yo estoy sugiriendo no es abandonar un tipo en favor del otro, sino alcanzar un mayor equilibrio entre los dos.
Y con eso en mente, echemos una mirada a las varias manifestaciones de este cambio desde la auto-afirmación hacia la integración. En lo que concierne al pensamiento, estamos hablando acerca de un cambio desde lo racional a lo intuitivo, desde el análisis a la síntesis, desde el reduccionismo al holismo, desde en pensamiento lineal al no-lineal. Y en lo que concierne a los valores, estamos observando un cambio correspondiente, desde la competición a la cooperación, desde la expansión a la conservación, desde la cantidad hacia la cualidad, desde la dominación hacia el compañerismo.Ahora bien, cuando miramos todos esos conjuntos opuestos de valores, uno se da cuenta de que los valores auto-afirmativos (competición, expansión, dominación, etc,) están generalmente asociados con los hombres. Y, de hecho, en la sociedad patriarcal, ellos no sólo son favorecidos, sino que se les da recompensa económica y poder político. Y esta es una de las razones de por qué el cambio hacia un sistema de valores más equilibrado es tan difícil para muchas personas, y especialmente para muchos hombres, ya que hemos invertido tanto en los valores auto-afirmativos.
ES ÚTIL DAR UNA MIRADA al poder, y a lo que éste es. Uno es el poder en el sentido de dominación sobre otros. Y eso es, por supuesto excesiva auto-afirmación. Y la estructura social en la que es ejercido más efectivamente es la jerarquía. Y, de hecho, nuestras estructuras militares y corporativas o empresariales están jerárquicamente organizadas con los hombres ocupando generalmente los niveles superiores y las mujeres ocupando los inferiores de las jerarquías. Muchos de estos hombres (y, por supuesto, también algunas mujeres) han llegado a ver su posición en la jerarquía como parte de su identidad. Y por supuesto el cambio a un conjunto diferente de valores, a un sistema social diferente donde uno se aleja de rígidas jerarquías, genera miedo existencial en ellos. Ellos temen perder su lugar en la jerarquía que es parte de su identidad.
Sin embargo, hay otro tipo de poder, un poder que es más apropiado para el nuevo Paradigma. La estructura ideal para ese tipo de poder no es la jerarquía, sino la red (network). La red es una de las metáforas centrales del pensamiento sistémico. Y, de este modo, el cambio de Paradigma incluye un cambio desde las jerarquías a las redes.