El azar ¿Es homogénea la estructura del universo?
Amanda Garma
El propósito es hacer notar que así como el azar es considerado especialmente en sus sentidos ontológico y epistemológico, “el efecto mariposa” es examinado como un ejemplo de errores en predicciones cuando aparecen cambios en las condiciones antecedentes. Diferentes patrones son considerados para reconocer cuándo un sistema es caótico o cómo es el procedimiento para medir el nivel caótico de diferentes sistemas: el atractor o la entropía de Koy Mogrof. Otro propósito es hacer notar las relaciones entre la Teoría del caos con el libre albedrío, las ciencias fácticas y sociales, probables consecuencias sociales actuales y futuras, con expresiones culturales contemporáneas y considerar a modo de conclusión que todavía no somos capaces de arriesgar una única concepción que describa y explique el Universo.
La metodología utilizada fue la lectura de distintas posturas sobre el tema y la aplicación de el objeto de estudio que propongo en este trabajo en distintas áreas del conocimiento.
Definición de azar
La definición adecuada del azar es un problema difícil, así como también lo es un tratamiento adecuado de la aleatoriedad.
Azar y Filosofía
El azar ontológico es aquel que forma parte del ser, de la forma misma en que el mundo es, por lo que, aunque encontremos leyes deterministas, habrá procesos que son irreductiblemente espontáneos y aleatorios, independientemente del avance del conocimiento. El azar epistemológico es aquel que encontramos en nuestro conocimiento bien sea por ignorancia, por incapacidad para tratar sistemas complejos en un mundo determinista o bien, porque exista un auténtico azar ontológico.
El determinismo afirma que no existe el azar ontológico. Los procesos considerados aleatorios serían en realidad eventos en los que se ha desatendido las particularidades (o es excesivamente trabajoso o complejo estudiarlas).
Cuando no se niega la ciencia como conocimiento de la realidad, su carácter predictivo resulta problemático para la existencia de libre albedrío. Por ello en algunos casos se ha intentado salvar éste acudiendo al azar que aceptan las nuevas teorías científicas. Los críticos aducen que aunque se admita la existencia del azar, éste es algo completamente diferente del libre albedrío, no se es más libre por tomar una decisión aleatoria que por tomar una determinista.
Los sistemas caóticos
Para Poincaré los sistemas venían determinados por un conjunto de condiciones iniciales. Sin embargo, éstas nunca se podrían conocer con precisión absoluta y en consecuencia poco a poco se iría perdiendo el recuerdo de las mismas y los sistemas se harían impredecibles. Las leyes deterministas se cumplirían, pero era imposible la solución exacta de las ecuaciones que implicaba. Así, por ejemplo, los sistemas planetarios, prototipo del máximo reloj cósmico, parecen evolucionar, según las leyes de Kepler, que pueden deducirse por aplicación de las de Newton y de la ley de gravitación. Sin embargo, estas leyes son rigurosamente válidas si no se consideran interacciones entre los planetas. Sin embargo, producen perturbaciones infinitesimales en el movimiento de los planetas. ¿Quién puede asegurar que estas perturbaciones no acabarán a lo largo del tiempo por desequilibrar el conjunto y éste se volverá caótico?
Curiosamente, las perturbaciones a las que se hace referencia no son producto del azar. Se las conoce como consecuencia de las propias leyes de Newton.
Las ideas de Poincaré quedaron algo olvidadas, aunque el progreso de la física siguió con dos rupturas, la teoría, en la cual el espacio y tiempo dejaron de ser absolutos y la masa de un móvil dependía de su velocidad; y la mecánica cuántica, en la que el binomio objeto medido-instrumento de medida se unía a un tercero en discordia, el operador, y la precisión en la medida quedaba limitada intrínsecamente por el principio de incertidumbre de Heisenberg.
Hacia 1960, el meteorólogo Edward Lorenz se dedicaba a estudiar el comportamiento de la atmósfera, tratando de encontrar un modelo matemático, un conjunto de ecuaciones, que permitiera predecir a partir de variables sencillas, mediante simulaciones de ordenador, el comportamiento de grandes masas de aire, en definitiva, que permitiera hacer predicciones climatológicas.
Lorenz realizó distintas aproximaciones hasta que consiguió ajustar el modelo a la influencia de tres variables que expresan como cambian a lo largo del tiempo la velocidad y la temperatura del aire. El modelo se concretó en tres ecuaciones matemáticas, bastante simples, conocidas, hoy en día, como modelo de Lorenz.
Pero Lorenz recibió una gran sorpresa cuando observó que pequeñas diferencias en los datos de partida (algo aparentemente tan simple como utilizar 3 o 6 decimales) llevaban a grandes diferencias en las predicciones del modelo. De tal forma, que cualquier pequeña perturbación o error en las condiciones iniciales del sistema puede tener una gran influencia sobre el resultado final. De tal forma, que se hacía muy difícil hacer predicciones climatológicas a largo plazo. Los datos empíricos que proporcionan las estaciones meteorológicas tienen errores inevitables, aunque sólo sea porque hay un número limitado de observatorios incapaces de cubrir todos los puntos de nuestro planeta. Esto hace que las predicciones se vayan desviando con respecto al comportamiento real del sistema.
Lorenz intentó explicar esta idea mediante un ejemplo hipotético. Sugirió que imaginásemos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta. Ese simple aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la predicción de una tormenta. El modelo atmosférico es teórico y puede ser imperfecto y el determinismo, en el que se basa, también es teórico.
De aquí surgió el nombre de efecto mariposa que, desde entonces, ha dado lugar a muchas variantes y recreaciones.
Se denomina, por tanto, efecto mariposa a la amplificación de errores que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo. En definitiva, el efecto mariposa es una de las características del comportamiento de un sistema caótico, en el que las variables cambian de forma compleja y errática, haciendo imposible hacer predicciones más allá de un determinado punto, que recibe el nombre de horizonte de predicciones. Tal punto de vista me paece pertinente.
La idea de la que parte la Teoría del Caos es simple: en determinados sistemas naturales, pequeños cambios en las condiciones iniciales conducen a enormes discrepancias en los resultados. Este principio suele llamarse efecto mariposa debido a que, en meteorología, la naturaleza no lineal de la atmósfera ha hecho afirmar a muchos científicos que es posible que el aleteo de una mariposa en determinado lugar y momento, pueda ser la causa de un terrible huracán varios meses más tarde en la otra punta del globo.
Un ejemplo claro sobre el efecto mariposa es soltar una pelota justo sobre la arista del tejado de una casa varias veces; pequeñas desviaciones en la posición inicial pueden hacer que la pelota caiga por uno de los lados del tejado o por el otro, conduciendo a trayectorias de caída y posiciones de reposo final completamente diferentes. Cambios minúsculos que conducen a resultados totalmente divergentes.
Un ejemplo del efecto mariposa quedó ilustrado en el caso de las elecciones presidenciales españolas. Es fácil suponer que efectos diferentes, menos mediáticos, sumados lograron el cambio electoral, también se estaban produciendo ya antes por todo el país, motivados por todas las mentiras y manipulaciones de Aznar (PP), y por toda la información que se mueve paralelamente a los medios oficiales El intento de manipular la interpretación del atentado del 11 de mayo de 2004 influyó en la victoria de Zapatero (PSOE). La suma de todos estos efectos-detonantes fue lo que produjo este cambio “impredecible” para los que intentan controlar, manipulando el sistema,
En realidad, sólo pueden intervenir en el sistema con éxito los que lo perfeccionan, alimentan o protegen al menos en la primera etapa. Esto es lo que tienen que entender los que “gobiernan” el mundo. Vivimos un mundo muy comunicado e interrelacionado, todo influye en todo y por tanto es imposible gobernar intentando ejercer una influencia hegemónica o unilateral (en realidad dictatorial, expoliadora) sin pensar que los desequilibrios que se crean no van a volverse contra uno mismo. Es tonto pensar: “nosotros tenemos el poder, las armas, los medios de comunicación, todo. Lo podemos controlar todo.” Simplemente todo ese control-poder al final termina generando su propia destrucción, porque impide que el propio sistema se autocontrole o retroalimente. Hitler perdió la guerra, pero en realidad fue él mismo, su absoluto fanatismo totalitario, el que le destruyó.
Tiene que ver con la teoría del caos (de la que forma parte el efecto mariposa), ya que cualquier acción afecta a un sistema y produce una reacción en cadena. La guerra de Irak (por su alto coste financiero, en vidas humanas, en desequilibrios de esa región), los atentados terroristas, tendrán efectos autodestructivos para los que los han propiciado. La ventaja es vivir en un ámbito más independiente donde los ciudadanos tenemos mucha más posibilidades de intervención sobre nuestros propios intereses, como prueban las manifestaciones contra la guerra.
La red de comunicación, hace que los hechos económicos, sociales y políticos se aceleren, podría decir que la red acelera el efecto mariposa. Se trata de asumir la obligación de intervenir e interactuar en el sistema, con información, con votos, con protesta.
Progreso es hacer que esta tecnología, y los derechos, responsabilidades y bienestar que implica, llegue a todo el mundo. La globalización en esta fase inaugural es la puesta en marcha de un sistema caótico (aquí sinónimo de orden eficiente, el orden perfecto es el caos) que nos hace interdependientes a todos y nos obliga a ceder privilegios, en las sociedades que los tengamos, para hacer que se restablezca un equilibrio caótico más natural y equilibrado. Lo que estamos viendo es que el capitalismo-neoliberalismo no es el software adecuado para gobernar un sistema complejo que no se basa en el beneficio individualista, como nos quieren hacer creer, sino en la interdependencia y la retroalimentación mutua. Un equilibrio caótico. La paz, no tiene perdedores ni vencidos, sino que logra superponer e integrar diferentes identidades e intereses.
En Matrix revolution, por ejemplo, me sorprendió, porque precisamente trata de esto. Smith el gran enemigo del sistema Matrix es precisamente la consecuencia de los errores del propio sistema, mucho más peligroso que los seres a los que explota. Y a su vez en Revolution se ve la necesidad de llegar a un orden caótico que permita la supervivencia de todos. Es decir, la paz-caótica-inestable es el estado natural y la tendencia que siempre se impone, esperemos que cada vez más sin catástrofes previas, porque cada vez son más destructivas y dañinas. Y la paz no tiene que ver sólo con fanatismo terrorista en la política, sino también con desarrollo sostenible en la ecología y con la deuda externa en la economía.
El tratamiento del caos.
Los Sistemas dinámicos y teoría del caos son una rama de las Matemáticas, desarrollada en la segunda mitad del Siglo XX, que estudia lo complicado, lo impredecible, lo que no es lineal. A veces se la llama "Matemática de lo no lineal".
1. No necesariamente es una teoría sino que puede entenderse como un gran campo de investigación abierto, que abarca diferentes líneas de pensamiento.
2. “Caos” está entendido no como ausencia de orden, sino como cierto tipo de orden de características impredecibles, pero descriptibles en forma concreta y precisa. Es decir: un tipo de orden de movimiento impredecible.
El caos es per se impredecible. ¿Quiere decir esto que se debe reducir a un análisis físico-matemático? En absoluto, sin embargo se requiere una metodología diferente. Por ejemplo el análisis de estos sistemas en el llamado “espacio de fases”, un espacio en el que las fases de un péndulo simple se representaría en función de su posición y de su velocidad.
A cada instante de la evolución del sistema le corresponde un punto en este espacio de fases, éstos pues se sitúan en las llamadas “trayectorias”, que no tienen nada que ver con el tiempo recorrido espacial de las”partículas y el conjunto de trayectorias que constituyen el retrato del fenómeno. Es fácil comprobar que en el caso de péndulo simple que ese retrato de fases será una circunferencia,.
En cambio, un péndulo amortiguado estará representado por una espiral que acabará en el origen..
Estos retratos de fases en general se aproximan a una figura geométrica. Es el atractor.
En los sistemas no caóticos el atractor suele ser un punto, una circunferencia o un toro (una figura con forma de rosca o neumático hinchado). En los sistemas caóticos el atractor presenta una forma “extraña” y se caracteriza por no tener una dimensión entera y ser un fractal.
El análisis del atractor es pues una indicación del carácter caótico de los fenómenos.
También proporciona mucha información respecto a la evolución del suceso, el ritmo en que se pierde información. Esta medida puede hacerse utilizando diferentes parámetros, por ejemplo el exponente de Lyapunov. Éste cuantifica la velocidad con que se separan las trayectorias inicialmente próximas al espacio de fases. Para su comprensión se presenta un ejemplo: Imaginemos dos soldados que marchan en un desfile. Si medimos su distancia mutua en un momento de un desfile y volvemos a pedir la medida después, esta distancia prácticamente será la misma. Como el exponente de Lyapunov se mide de forma exponencial, será nulo o negativo (las filas se aproximan, incluso). Los soldados persisten en una rígida y ordenada formación. Sin embargo, si la distancia medida crece, el exponente será positivo. Hay desorden. La fila se ha desarticulado.
Otro parámetro muy usual es la Entropía de Kolmogorov. A semejanza con la entropía, mide la pérdida de información que experimenta un sistema en evolución y normalmente se expresa en bit/s.
En sistemas deterministas no hay pérdida de información, en consecuencia la entropía de Kolmogorov es nula. En sistemas absolutamente aleatorios se pierde toda la información. La entropía de Kolmogorov tiende al infinito. En sistemas caóticos toman valores altos pero finitos. En resumen el caos es ubicuo y es una representación de la naturaleza.
Azar frente a la no predictibilidad
Caos determinista se refiere a fenómenos que permiten cierta predictibilidad en su globalidad, pero que analizados a pequeña escala son impredecibles. Se trabaja con descripciones estadísticas de conjuntos de grandes cantidades de elementos, cada uno de ellos impredecible de manera individual, pero no así globalmente. El azar puede encontrarse en o asimilarse al comportamiento individual de las partículas que lo forman.
Los sistemas turbulentos son aquellos cuya evolución no es predecible a corto plazo debido a que variaciones infinitesimales en las condiciones provocan cambios exponenciales.
No predictibilidad y aleatoriedad en estos casos no son equivalentes. Éstos son un ejemplo claro de complejidad.
Prigogine: ¿Hay leyes del caos?
¿Acaso no es el caos imprevisible? Según Prigogine, no es así, sino que la noción de caos nos obliga a reconsiderar la noción de “leyes de la naturaleza”. En la perspectiva clásica, una ley de la naturaleza estaba asociada a una descripción determinista y reversible del tiempo. Futuro y pasado desempeñaban en ella el mismo papel. “La introducción del caos nos obliga a generalizar la noción de la ley de la naturaleza y a introducir en ella los conceptos de probabilidad e irreversibilidad. Es un cambio radical, ya que desde esta perspectiva el caos nos obliga a considerar de nuevo nuestra descripción fundamental de la naturaleza.”[1] Prigogine[1997].
Desde que el caos ha sido reconocido, piensa Prigogine que la ciencia ya no es la misma que antes. Me parece que los sistemas caóticos, tal como los describe este autor tienen propiedades íntimamente vinculadas entre ellas:
· Sensibilidad a las condiciones iniciales
· Evolución continua y serie de bifurcaciones
· La evolución es mezcla de determinismo e indeterminismo.
· Las bifurcaciones introducen el tiempo irreversible
· Las bifurcaciones explican la emergencia de nuevos seres y de nuevas propiedades.
En El fin de las certidumbres, Prigogine considera que las exigencias racionales del hombre lo condujeron a buscar fundamentos en el devenir fenoménico, por lo cual el determinismo de la ciencia estuvo ligado en Occidente a lo que se ha llamado “racionalidad”: “En esa formulación de las leyes de la naturaleza, numerosos comentaristas subrayaban el papel del Dios cristiano. […] La sumisión de la naturaleza a las leyes determinísticas acercaban así el conocimiento humano el punto de vista divino atemporal.” Prigogine [1998]: 82. “Se afirma cada vez más el carácter evolutivo de la realidad” Prigogine [1998]: 89.
La llamada Teoría del Caos es un nuevo paradigma matemático, tan amplio y tan importante como pudo ser en su época la unión entre geometría y cálculo, surgida del pensamiento cartesiano aunque, quizás, por su inmadurez aún no se tenga claro todo lo que puede dar de sí esta nueva forma de pensamiento matemático, que abarca campos de aplicación tan dispares como la medicina, la geología o la economía.
Azar y ciencia natural
Desde que Isaac Newton presentó su nueva forma de hacer ciencia ésta fue asociada al determinismo. Como para el determinismo el azar sólo puede ser epistemológico, considera preferibles las teorías científicas de las que se desprenden leyes en las que no tiene cabida el azar. Bajo el punto de vista del cientificismo clásico un evento era aparentemente aleatorio cuando no podía establecerse o controlarse su causa. Se podía asimilar a ignorancia.
Con las nuevas teorías científicas sobre sistemas caóticos o turbulentos y con la mecánica cuántica, algunos científicos consideran que no está tan claro que el azar no forme parte del mundo. Según la interpretación estándar (o de Copenhague) de la mecánica cuántica, en un experimento controlado hasta sus más mínimos detalles siempre hay un grado de aleatoriedad en el resultado. Muchos procesos físicos de carácter cuántico podrían ser irreductiblemente aleatorios. Las leyes de la desintegración atómica pueden predecir el número de núcleos de un cuerpo radiactivo, que se desintegrará en un periodo dado de tiempo, pero no cuándo lo hará un núcleo concreto. Ha habido diferentes objeciones a esta interpretación, como la de variables ocultas, en el sentido de que el resultado del experimento viene determinado por un cierto número de características inobservadas o inobservables. Esta interpretación ya ha sido contrastada experimentalmente con la interpretación estándar y los resultados experimentales la han descartado. Otra interpretación es la del multiuniverso, según la cual todos los posibles resultados se dan, en todo un conjunto de universos. Aún no se ha diseñado y realizado un experimento que contraste esta interpretación con la estándar.
Una interpretación de la entropía es que ésta mide la cantidad de azar de un sistema. Pero la entropía también puede interpretarse como complejidad, que se puede analizar utilizando las probabilidades.
Azar y matemáticas
El cálculo de probabilidades nos da las leyes de un sistema que se puede clasificar como aleatorio, por lo que de alguna manera es un cálculo determinista, se opone al azar aunque de forma diferente a las teorías mecanicistas clásicas. Mientras que éstas se refieren al determinismo de objetos individuales, las probabilidades se refieren al determinismo de conjuntos. La explicación probabilísta no presupone el azar en la base de la ciencia, ya que puede ser simplemente una muestra de nuestra ignorancia.
Las matemáticas se ocupan del azar por medio de las diversas teorías de probabilidad. El ordenamiento estadístico es una forma de tratar matemáticamente la naturaleza y el hombre, como si fuesen datos aleatorios, pero sin que lo sean necesariamente. Así se intenta prever y controlar en lo posible los fenómenos complejos.
Azar en Ciencias Sociales y sus repercusiones sociales
La contingencia y el caos ocupan intensamente a la actual investigación científica. Se trata de una nueva revolución de la ciencia que está cambiando de manera sustancial el concepto de la naturaleza y que subvierte los principios y clásicos del pensamiento.
La investigación de Ian Hacking en La domesticación del azar muestra que esta revolución tiene una larga prehistoria, en la que maduraron métodos que permitieron conceptualizar conjuntos complejos. En la época entre la Revolución Industrial y la Revolución Francesa se observan dos tendencias complementarias: la erosión del determinismo de las ciencias naturales y el inicio rápido y perfeccionamiento de la estadística al servicio del control de la sociedad en un proceso dramático de complejización. La eficacia de la estadística modifica los conceptos de normalidad y anormalidad y permite dar cuenta de aspectos cada vez más detallados de fenómenos y procesos sociales. Hacking rastrea las consecuencias que la introducción en el siglo XIX del concepto de azar en las ciencias naturales tuvo para las ciencias sociales.
El azar fue domesticado por lo que sucedió en nuestro pensamiento acerca de asuntos humanos. Capítulo tras capítulo ilustra ese tema – las burocracias, el crimen, el suicidio, los jurados, las enfermedades, las medidas del pecho de los soldados escoceses, los errores de observación – ése es el material a partir del cual se hizo nuestro mundo probabilístico. Una vez que se hubo hecho ese mundo, la física pudo entrar en el campo de las probabilidades, pero fue el pensamiento social el que allanó el camino.
Siguiendo a Peirce, vivimos en un "Universo de Azar". Si a uno le gusta decirlo, vivimos en un mundo no-determinista. Hay varias proposiciones distintas que aseverar aquí.
Nuestro mundo, creemos, puede ser no-determinista, pero eso no quiere decir que vivamos en un mundo libre de causa y efecto, o acerca del cual no podamos tener certezas. Por usar una palabra anticuada, un término popular en el siglo XVIII y en cierta medida en el XIX, tenemos la certeza moral de un número enorme de cosas. Por acercarme o repetir ejemplos que Hume usó en su discusión de la inducción, tengo la certeza moral de que el yogur que me estoy comiendo mientras escribo esto me alimentará o al menos no me hará daño. Tengo la certeza moral de que si me como muchos de los higos en mi cuenco, tendrán el efecto mencionado por Hume (su ejemplo era "el ruibarbo es un purgante"). Todos estos son ejemplos de causa y efecto. Nada ha cambiado desde la época de Hume.
Se cree, según Hacking, que la física cuántica enseña que "en el fondo" nuestro mundo está totalmente gobernado por leyes probabilísticas. Ése es un modo en que hemos llegado a creer en un Universo de Azar.
El modo, mucho más interesante, en que vivimos en un Universo de Azar, es el modo en que muchas de nuestras preocupaciones y decisiones han caído en el ámbito de la probabilidad. Como decía en el primer capítulo de La domesticación, los deportes, el sexo, la bebida, las drogas, los viajes, el sueño, los amigos – nada escapa a la probabilidadad: cánceres, atracos, terremotos, inviernos nucleares, el SIDA, el calentamiento global, las cosas cotidianas, el clima de mañana, el incremento probable en el número de accidentes si disminuimos o mantenemos los límites de velocidad, etc.
Finalmente la genética. convertirá un espacio que ha permanecido vacío – o lleno de mera ignorancia – en uno lleno de probabilidades.
Ahora creemos que una gran parte de nosotros está fijada, de un modo bastante bien determinado, por nuestros genes. El color de mis ojos, mi sexo, y bastantes más rasgos corporales están del todo determinados o eso creemos. Pero en los casos de desorden y de enfermedad, ya sea mental o física, nuestros conocimientos actuales no llegan tan lejos. Lo que probablemente nos vayamos a encontrar es que una persona nace con una cierta propensión a desarrollar una enfermedad cardíaca, un cierto tipo de esquizofrenia, o un cáncer de mama. Pero eso es sólo una distribución de probabilidades. Actualmente, nuestro razonamiento es más o menos el siguiente: nadie en mi línea familiar maternal o paterna (IH) ha mostrado ningún signo de enfermedad cardíaca antes de los 85 años. Luego es muy improbable que yo desarrolle una enfermedad cardíaca. Es posible, tal vez probable, que en unos cuantos años un simple test genético a partir de una muestra de sangre dé el mismo resultado, y además podamos explicar mi propensión a no desarrollar una enfermedad cardíaca mediante la nueva información genética. Pero todo permanecerá en el nivel de la propensión. Igualmente, puede que descubramos que uno o más tipos de esquizofrenia están correlacionados con ciertas estructuras genéticas. Pero dudo que eso establezca que una persona desarrollará una esquizofrenia, sólo que hay una alta probabilidad. Puede ser que haya medidas psicológicas prácticas y comportamientos que protegerán a tal persona del riesgo de desarrollar esquizofrenia aguda, así que actuaremos para alterar las probabilidades. Ése es el nuevo mundo en que viviremos.
Tal vez nuestra mejor reducción a la genética de un problema importante es el caso de lo que solía denominarse mongolismo y ahora se llama trisomia o síndrome de Down. El término trisomia resulta más útil. El doctor Lejeune, de París, descubrió que el mongolismo va asociado a un cromosoma 21 extra – de ahí el término trisomia.
Se cree que es altamente probable que alguien con un tercer cromosoma 21 desarrolle este síndrome. No a la inversa – no más de la mitad de las personas nacidas con síndrome de Down tienen el cromosoma extra estándar. Por expresarlo de un modo paradójico, no más de la mitad de las personas con trisomia tienen trisomia, aunque los investigadores creen que todas ellas tienen algo raro en el cromosoma 21. Pero las peculiaridades varían enormemente, y tal vez la raíz no sea después de todo la "trisomia" literal. Pese a todas estas complicaciones, tenemos algún conocimiento determinista que no teníamos antes del descubrimiento de Lejeune. Resulta interesante saber que Lejeune quedó espantado con las consecuencias prácticas de su descubrimiento. Hoy en día muchas madres, al saber que el feto que portan es trisómico, deciden matarlo. Lejeune quedó horrorizado porque mantiene que no todos los fetos trisómicos desarrollarán el síndrome de Down, aunque la mayor parte sí lo hará, y quiere que desarrollemos tratamientos para la mayoría que desarrollará el síndrome de Down, no que los matemos.
Se puede concluir provisoriamente que los resultados de la investigación genética (i) ampliarán el ámbito en el que tenemos probabilidades numéricas con las que razonar, (ii) precisarán considerablemente las probabilidades, pero (iii) raramente llevarán a inferencias plenamente deterministas acerca de la historia vital a partir de los genes.
El término ”teoría del caos” se ha popularizado al ser usado como argumento de artículos de divulgación, novelas y películas que, en su mayoría, poco tienen que ver con la teoría del caos. Eric Bress y Jonathan Mackye Gruber llevaron al cine una película de nombre El efecto mariposa, que trata sobre las consecuencias de cambios pequeños en la vida de un ser humano.
Otro ejemplo perfectamente ilustrado es un escrito hecho por Ray Bradbury, titulado El sonido del trueno. En el mismo, unos cazadores viajan en el tiempo hasta llegar a la prehistoria y sin darse cuenta matan a un insecto. En consecuencia y debido a ello, cuando vuelven al presente se dan cuenta que el mundo en que se encuentran es totalmente diferente al que conocían en un principio.
En cambio, vinculada con la incertidumbre, la lógica borrosa a pesar de su corta historia tiene un crecimiento muy rápido, ya que es capaz de resolver problemas relacionados con la incertidumbre de la información o del conocimiento, proporcionando un método formal para la expresión del conocimiento en forma entendible y comprensible por los humanos. Esto hace que se le pueda asegurar y casi garantizar un amplio campo de aplicaciones con un alto grado de interés. Creo que es un camino posible frente a la incertidumbre al menos del conocimiento. Si la incertidumbre está en nuestro conocimiento o también es propia del mundo no es algo por lo que puedo tomar partido, pero ¿por qué debemos pensar que la estructura del Universo es homogénea?
Bibliografía:
Cazau,P, La teoría del caos en http//galeon.com/pcazv/artifiscaos.html, 1997.
Jacovkis, P.M. “Compilación azar y determinismo” en Ciencia hoy, vol.5, nº28., 2007.
Juega, P., “Teoría del caos. ¿Es predecible el tiempo?”, Revista del aficionado en meteorología, Nº7, 2007.
Juega, P.,Teoría del caos” , http://antroposmoderno.com/antro- articulo.php , 2002
Hacking, Ian, La domesticación del azar. La erosión del determinismo, Gedisa Editora, España, 1997.
Hacking, Ian, Entrevista con Ian Hacking, Asunción Álvarez Rodríguez, http://www.filosofia.net/materiales/num/index.html.
Lorenz E. N., The nature and theory of the general circulation of the atmosphere, Organización meteorológica mundial, 1967.
Prigogine, Ilya, El fin de las certidumbres, Santiago de Chile, 1998.(sexta edición).
Prigogine, Ilya, las leyes del caos, Crítica, Barcelona, 2003.
Amanda Garma
El propósito es hacer notar que así como el azar es considerado especialmente en sus sentidos ontológico y epistemológico, “el efecto mariposa” es examinado como un ejemplo de errores en predicciones cuando aparecen cambios en las condiciones antecedentes. Diferentes patrones son considerados para reconocer cuándo un sistema es caótico o cómo es el procedimiento para medir el nivel caótico de diferentes sistemas: el atractor o la entropía de Koy Mogrof. Otro propósito es hacer notar las relaciones entre la Teoría del caos con el libre albedrío, las ciencias fácticas y sociales, probables consecuencias sociales actuales y futuras, con expresiones culturales contemporáneas y considerar a modo de conclusión que todavía no somos capaces de arriesgar una única concepción que describa y explique el Universo.
La metodología utilizada fue la lectura de distintas posturas sobre el tema y la aplicación de el objeto de estudio que propongo en este trabajo en distintas áreas del conocimiento.
Definición de azar
La definición adecuada del azar es un problema difícil, así como también lo es un tratamiento adecuado de la aleatoriedad.
Azar y Filosofía
El azar ontológico es aquel que forma parte del ser, de la forma misma en que el mundo es, por lo que, aunque encontremos leyes deterministas, habrá procesos que son irreductiblemente espontáneos y aleatorios, independientemente del avance del conocimiento. El azar epistemológico es aquel que encontramos en nuestro conocimiento bien sea por ignorancia, por incapacidad para tratar sistemas complejos en un mundo determinista o bien, porque exista un auténtico azar ontológico.
El determinismo afirma que no existe el azar ontológico. Los procesos considerados aleatorios serían en realidad eventos en los que se ha desatendido las particularidades (o es excesivamente trabajoso o complejo estudiarlas).
Cuando no se niega la ciencia como conocimiento de la realidad, su carácter predictivo resulta problemático para la existencia de libre albedrío. Por ello en algunos casos se ha intentado salvar éste acudiendo al azar que aceptan las nuevas teorías científicas. Los críticos aducen que aunque se admita la existencia del azar, éste es algo completamente diferente del libre albedrío, no se es más libre por tomar una decisión aleatoria que por tomar una determinista.
Los sistemas caóticos
Para Poincaré los sistemas venían determinados por un conjunto de condiciones iniciales. Sin embargo, éstas nunca se podrían conocer con precisión absoluta y en consecuencia poco a poco se iría perdiendo el recuerdo de las mismas y los sistemas se harían impredecibles. Las leyes deterministas se cumplirían, pero era imposible la solución exacta de las ecuaciones que implicaba. Así, por ejemplo, los sistemas planetarios, prototipo del máximo reloj cósmico, parecen evolucionar, según las leyes de Kepler, que pueden deducirse por aplicación de las de Newton y de la ley de gravitación. Sin embargo, estas leyes son rigurosamente válidas si no se consideran interacciones entre los planetas. Sin embargo, producen perturbaciones infinitesimales en el movimiento de los planetas. ¿Quién puede asegurar que estas perturbaciones no acabarán a lo largo del tiempo por desequilibrar el conjunto y éste se volverá caótico?
Curiosamente, las perturbaciones a las que se hace referencia no son producto del azar. Se las conoce como consecuencia de las propias leyes de Newton.
Las ideas de Poincaré quedaron algo olvidadas, aunque el progreso de la física siguió con dos rupturas, la teoría, en la cual el espacio y tiempo dejaron de ser absolutos y la masa de un móvil dependía de su velocidad; y la mecánica cuántica, en la que el binomio objeto medido-instrumento de medida se unía a un tercero en discordia, el operador, y la precisión en la medida quedaba limitada intrínsecamente por el principio de incertidumbre de Heisenberg.
Hacia 1960, el meteorólogo Edward Lorenz se dedicaba a estudiar el comportamiento de la atmósfera, tratando de encontrar un modelo matemático, un conjunto de ecuaciones, que permitiera predecir a partir de variables sencillas, mediante simulaciones de ordenador, el comportamiento de grandes masas de aire, en definitiva, que permitiera hacer predicciones climatológicas.
Lorenz realizó distintas aproximaciones hasta que consiguió ajustar el modelo a la influencia de tres variables que expresan como cambian a lo largo del tiempo la velocidad y la temperatura del aire. El modelo se concretó en tres ecuaciones matemáticas, bastante simples, conocidas, hoy en día, como modelo de Lorenz.
Pero Lorenz recibió una gran sorpresa cuando observó que pequeñas diferencias en los datos de partida (algo aparentemente tan simple como utilizar 3 o 6 decimales) llevaban a grandes diferencias en las predicciones del modelo. De tal forma, que cualquier pequeña perturbación o error en las condiciones iniciales del sistema puede tener una gran influencia sobre el resultado final. De tal forma, que se hacía muy difícil hacer predicciones climatológicas a largo plazo. Los datos empíricos que proporcionan las estaciones meteorológicas tienen errores inevitables, aunque sólo sea porque hay un número limitado de observatorios incapaces de cubrir todos los puntos de nuestro planeta. Esto hace que las predicciones se vayan desviando con respecto al comportamiento real del sistema.
Lorenz intentó explicar esta idea mediante un ejemplo hipotético. Sugirió que imaginásemos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta. Ese simple aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la predicción de una tormenta. El modelo atmosférico es teórico y puede ser imperfecto y el determinismo, en el que se basa, también es teórico.
De aquí surgió el nombre de efecto mariposa que, desde entonces, ha dado lugar a muchas variantes y recreaciones.
Se denomina, por tanto, efecto mariposa a la amplificación de errores que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo. En definitiva, el efecto mariposa es una de las características del comportamiento de un sistema caótico, en el que las variables cambian de forma compleja y errática, haciendo imposible hacer predicciones más allá de un determinado punto, que recibe el nombre de horizonte de predicciones. Tal punto de vista me paece pertinente.
La idea de la que parte la Teoría del Caos es simple: en determinados sistemas naturales, pequeños cambios en las condiciones iniciales conducen a enormes discrepancias en los resultados. Este principio suele llamarse efecto mariposa debido a que, en meteorología, la naturaleza no lineal de la atmósfera ha hecho afirmar a muchos científicos que es posible que el aleteo de una mariposa en determinado lugar y momento, pueda ser la causa de un terrible huracán varios meses más tarde en la otra punta del globo.
Un ejemplo claro sobre el efecto mariposa es soltar una pelota justo sobre la arista del tejado de una casa varias veces; pequeñas desviaciones en la posición inicial pueden hacer que la pelota caiga por uno de los lados del tejado o por el otro, conduciendo a trayectorias de caída y posiciones de reposo final completamente diferentes. Cambios minúsculos que conducen a resultados totalmente divergentes.
Un ejemplo del efecto mariposa quedó ilustrado en el caso de las elecciones presidenciales españolas. Es fácil suponer que efectos diferentes, menos mediáticos, sumados lograron el cambio electoral, también se estaban produciendo ya antes por todo el país, motivados por todas las mentiras y manipulaciones de Aznar (PP), y por toda la información que se mueve paralelamente a los medios oficiales El intento de manipular la interpretación del atentado del 11 de mayo de 2004 influyó en la victoria de Zapatero (PSOE). La suma de todos estos efectos-detonantes fue lo que produjo este cambio “impredecible” para los que intentan controlar, manipulando el sistema,
En realidad, sólo pueden intervenir en el sistema con éxito los que lo perfeccionan, alimentan o protegen al menos en la primera etapa. Esto es lo que tienen que entender los que “gobiernan” el mundo. Vivimos un mundo muy comunicado e interrelacionado, todo influye en todo y por tanto es imposible gobernar intentando ejercer una influencia hegemónica o unilateral (en realidad dictatorial, expoliadora) sin pensar que los desequilibrios que se crean no van a volverse contra uno mismo. Es tonto pensar: “nosotros tenemos el poder, las armas, los medios de comunicación, todo. Lo podemos controlar todo.” Simplemente todo ese control-poder al final termina generando su propia destrucción, porque impide que el propio sistema se autocontrole o retroalimente. Hitler perdió la guerra, pero en realidad fue él mismo, su absoluto fanatismo totalitario, el que le destruyó.
Tiene que ver con la teoría del caos (de la que forma parte el efecto mariposa), ya que cualquier acción afecta a un sistema y produce una reacción en cadena. La guerra de Irak (por su alto coste financiero, en vidas humanas, en desequilibrios de esa región), los atentados terroristas, tendrán efectos autodestructivos para los que los han propiciado. La ventaja es vivir en un ámbito más independiente donde los ciudadanos tenemos mucha más posibilidades de intervención sobre nuestros propios intereses, como prueban las manifestaciones contra la guerra.
La red de comunicación, hace que los hechos económicos, sociales y políticos se aceleren, podría decir que la red acelera el efecto mariposa. Se trata de asumir la obligación de intervenir e interactuar en el sistema, con información, con votos, con protesta.
Progreso es hacer que esta tecnología, y los derechos, responsabilidades y bienestar que implica, llegue a todo el mundo. La globalización en esta fase inaugural es la puesta en marcha de un sistema caótico (aquí sinónimo de orden eficiente, el orden perfecto es el caos) que nos hace interdependientes a todos y nos obliga a ceder privilegios, en las sociedades que los tengamos, para hacer que se restablezca un equilibrio caótico más natural y equilibrado. Lo que estamos viendo es que el capitalismo-neoliberalismo no es el software adecuado para gobernar un sistema complejo que no se basa en el beneficio individualista, como nos quieren hacer creer, sino en la interdependencia y la retroalimentación mutua. Un equilibrio caótico. La paz, no tiene perdedores ni vencidos, sino que logra superponer e integrar diferentes identidades e intereses.
En Matrix revolution, por ejemplo, me sorprendió, porque precisamente trata de esto. Smith el gran enemigo del sistema Matrix es precisamente la consecuencia de los errores del propio sistema, mucho más peligroso que los seres a los que explota. Y a su vez en Revolution se ve la necesidad de llegar a un orden caótico que permita la supervivencia de todos. Es decir, la paz-caótica-inestable es el estado natural y la tendencia que siempre se impone, esperemos que cada vez más sin catástrofes previas, porque cada vez son más destructivas y dañinas. Y la paz no tiene que ver sólo con fanatismo terrorista en la política, sino también con desarrollo sostenible en la ecología y con la deuda externa en la economía.
El tratamiento del caos.
Los Sistemas dinámicos y teoría del caos son una rama de las Matemáticas, desarrollada en la segunda mitad del Siglo XX, que estudia lo complicado, lo impredecible, lo que no es lineal. A veces se la llama "Matemática de lo no lineal".
1. No necesariamente es una teoría sino que puede entenderse como un gran campo de investigación abierto, que abarca diferentes líneas de pensamiento.
2. “Caos” está entendido no como ausencia de orden, sino como cierto tipo de orden de características impredecibles, pero descriptibles en forma concreta y precisa. Es decir: un tipo de orden de movimiento impredecible.
El caos es per se impredecible. ¿Quiere decir esto que se debe reducir a un análisis físico-matemático? En absoluto, sin embargo se requiere una metodología diferente. Por ejemplo el análisis de estos sistemas en el llamado “espacio de fases”, un espacio en el que las fases de un péndulo simple se representaría en función de su posición y de su velocidad.
A cada instante de la evolución del sistema le corresponde un punto en este espacio de fases, éstos pues se sitúan en las llamadas “trayectorias”, que no tienen nada que ver con el tiempo recorrido espacial de las”partículas y el conjunto de trayectorias que constituyen el retrato del fenómeno. Es fácil comprobar que en el caso de péndulo simple que ese retrato de fases será una circunferencia,.
En cambio, un péndulo amortiguado estará representado por una espiral que acabará en el origen..
Estos retratos de fases en general se aproximan a una figura geométrica. Es el atractor.
En los sistemas no caóticos el atractor suele ser un punto, una circunferencia o un toro (una figura con forma de rosca o neumático hinchado). En los sistemas caóticos el atractor presenta una forma “extraña” y se caracteriza por no tener una dimensión entera y ser un fractal.
El análisis del atractor es pues una indicación del carácter caótico de los fenómenos.
También proporciona mucha información respecto a la evolución del suceso, el ritmo en que se pierde información. Esta medida puede hacerse utilizando diferentes parámetros, por ejemplo el exponente de Lyapunov. Éste cuantifica la velocidad con que se separan las trayectorias inicialmente próximas al espacio de fases. Para su comprensión se presenta un ejemplo: Imaginemos dos soldados que marchan en un desfile. Si medimos su distancia mutua en un momento de un desfile y volvemos a pedir la medida después, esta distancia prácticamente será la misma. Como el exponente de Lyapunov se mide de forma exponencial, será nulo o negativo (las filas se aproximan, incluso). Los soldados persisten en una rígida y ordenada formación. Sin embargo, si la distancia medida crece, el exponente será positivo. Hay desorden. La fila se ha desarticulado.
Otro parámetro muy usual es la Entropía de Kolmogorov. A semejanza con la entropía, mide la pérdida de información que experimenta un sistema en evolución y normalmente se expresa en bit/s.
En sistemas deterministas no hay pérdida de información, en consecuencia la entropía de Kolmogorov es nula. En sistemas absolutamente aleatorios se pierde toda la información. La entropía de Kolmogorov tiende al infinito. En sistemas caóticos toman valores altos pero finitos. En resumen el caos es ubicuo y es una representación de la naturaleza.
Azar frente a la no predictibilidad
Caos determinista se refiere a fenómenos que permiten cierta predictibilidad en su globalidad, pero que analizados a pequeña escala son impredecibles. Se trabaja con descripciones estadísticas de conjuntos de grandes cantidades de elementos, cada uno de ellos impredecible de manera individual, pero no así globalmente. El azar puede encontrarse en o asimilarse al comportamiento individual de las partículas que lo forman.
Los sistemas turbulentos son aquellos cuya evolución no es predecible a corto plazo debido a que variaciones infinitesimales en las condiciones provocan cambios exponenciales.
No predictibilidad y aleatoriedad en estos casos no son equivalentes. Éstos son un ejemplo claro de complejidad.
Prigogine: ¿Hay leyes del caos?
¿Acaso no es el caos imprevisible? Según Prigogine, no es así, sino que la noción de caos nos obliga a reconsiderar la noción de “leyes de la naturaleza”. En la perspectiva clásica, una ley de la naturaleza estaba asociada a una descripción determinista y reversible del tiempo. Futuro y pasado desempeñaban en ella el mismo papel. “La introducción del caos nos obliga a generalizar la noción de la ley de la naturaleza y a introducir en ella los conceptos de probabilidad e irreversibilidad. Es un cambio radical, ya que desde esta perspectiva el caos nos obliga a considerar de nuevo nuestra descripción fundamental de la naturaleza.”[1] Prigogine[1997].
Desde que el caos ha sido reconocido, piensa Prigogine que la ciencia ya no es la misma que antes. Me parece que los sistemas caóticos, tal como los describe este autor tienen propiedades íntimamente vinculadas entre ellas:
· Sensibilidad a las condiciones iniciales
· Evolución continua y serie de bifurcaciones
· La evolución es mezcla de determinismo e indeterminismo.
· Las bifurcaciones introducen el tiempo irreversible
· Las bifurcaciones explican la emergencia de nuevos seres y de nuevas propiedades.
En El fin de las certidumbres, Prigogine considera que las exigencias racionales del hombre lo condujeron a buscar fundamentos en el devenir fenoménico, por lo cual el determinismo de la ciencia estuvo ligado en Occidente a lo que se ha llamado “racionalidad”: “En esa formulación de las leyes de la naturaleza, numerosos comentaristas subrayaban el papel del Dios cristiano. […] La sumisión de la naturaleza a las leyes determinísticas acercaban así el conocimiento humano el punto de vista divino atemporal.” Prigogine [1998]: 82. “Se afirma cada vez más el carácter evolutivo de la realidad” Prigogine [1998]: 89.
La llamada Teoría del Caos es un nuevo paradigma matemático, tan amplio y tan importante como pudo ser en su época la unión entre geometría y cálculo, surgida del pensamiento cartesiano aunque, quizás, por su inmadurez aún no se tenga claro todo lo que puede dar de sí esta nueva forma de pensamiento matemático, que abarca campos de aplicación tan dispares como la medicina, la geología o la economía.
Azar y ciencia natural
Desde que Isaac Newton presentó su nueva forma de hacer ciencia ésta fue asociada al determinismo. Como para el determinismo el azar sólo puede ser epistemológico, considera preferibles las teorías científicas de las que se desprenden leyes en las que no tiene cabida el azar. Bajo el punto de vista del cientificismo clásico un evento era aparentemente aleatorio cuando no podía establecerse o controlarse su causa. Se podía asimilar a ignorancia.
Con las nuevas teorías científicas sobre sistemas caóticos o turbulentos y con la mecánica cuántica, algunos científicos consideran que no está tan claro que el azar no forme parte del mundo. Según la interpretación estándar (o de Copenhague) de la mecánica cuántica, en un experimento controlado hasta sus más mínimos detalles siempre hay un grado de aleatoriedad en el resultado. Muchos procesos físicos de carácter cuántico podrían ser irreductiblemente aleatorios. Las leyes de la desintegración atómica pueden predecir el número de núcleos de un cuerpo radiactivo, que se desintegrará en un periodo dado de tiempo, pero no cuándo lo hará un núcleo concreto. Ha habido diferentes objeciones a esta interpretación, como la de variables ocultas, en el sentido de que el resultado del experimento viene determinado por un cierto número de características inobservadas o inobservables. Esta interpretación ya ha sido contrastada experimentalmente con la interpretación estándar y los resultados experimentales la han descartado. Otra interpretación es la del multiuniverso, según la cual todos los posibles resultados se dan, en todo un conjunto de universos. Aún no se ha diseñado y realizado un experimento que contraste esta interpretación con la estándar.
Una interpretación de la entropía es que ésta mide la cantidad de azar de un sistema. Pero la entropía también puede interpretarse como complejidad, que se puede analizar utilizando las probabilidades.
Azar y matemáticas
El cálculo de probabilidades nos da las leyes de un sistema que se puede clasificar como aleatorio, por lo que de alguna manera es un cálculo determinista, se opone al azar aunque de forma diferente a las teorías mecanicistas clásicas. Mientras que éstas se refieren al determinismo de objetos individuales, las probabilidades se refieren al determinismo de conjuntos. La explicación probabilísta no presupone el azar en la base de la ciencia, ya que puede ser simplemente una muestra de nuestra ignorancia.
Las matemáticas se ocupan del azar por medio de las diversas teorías de probabilidad. El ordenamiento estadístico es una forma de tratar matemáticamente la naturaleza y el hombre, como si fuesen datos aleatorios, pero sin que lo sean necesariamente. Así se intenta prever y controlar en lo posible los fenómenos complejos.
Azar en Ciencias Sociales y sus repercusiones sociales
La contingencia y el caos ocupan intensamente a la actual investigación científica. Se trata de una nueva revolución de la ciencia que está cambiando de manera sustancial el concepto de la naturaleza y que subvierte los principios y clásicos del pensamiento.
La investigación de Ian Hacking en La domesticación del azar muestra que esta revolución tiene una larga prehistoria, en la que maduraron métodos que permitieron conceptualizar conjuntos complejos. En la época entre la Revolución Industrial y la Revolución Francesa se observan dos tendencias complementarias: la erosión del determinismo de las ciencias naturales y el inicio rápido y perfeccionamiento de la estadística al servicio del control de la sociedad en un proceso dramático de complejización. La eficacia de la estadística modifica los conceptos de normalidad y anormalidad y permite dar cuenta de aspectos cada vez más detallados de fenómenos y procesos sociales. Hacking rastrea las consecuencias que la introducción en el siglo XIX del concepto de azar en las ciencias naturales tuvo para las ciencias sociales.
El azar fue domesticado por lo que sucedió en nuestro pensamiento acerca de asuntos humanos. Capítulo tras capítulo ilustra ese tema – las burocracias, el crimen, el suicidio, los jurados, las enfermedades, las medidas del pecho de los soldados escoceses, los errores de observación – ése es el material a partir del cual se hizo nuestro mundo probabilístico. Una vez que se hubo hecho ese mundo, la física pudo entrar en el campo de las probabilidades, pero fue el pensamiento social el que allanó el camino.
Siguiendo a Peirce, vivimos en un "Universo de Azar". Si a uno le gusta decirlo, vivimos en un mundo no-determinista. Hay varias proposiciones distintas que aseverar aquí.
Nuestro mundo, creemos, puede ser no-determinista, pero eso no quiere decir que vivamos en un mundo libre de causa y efecto, o acerca del cual no podamos tener certezas. Por usar una palabra anticuada, un término popular en el siglo XVIII y en cierta medida en el XIX, tenemos la certeza moral de un número enorme de cosas. Por acercarme o repetir ejemplos que Hume usó en su discusión de la inducción, tengo la certeza moral de que el yogur que me estoy comiendo mientras escribo esto me alimentará o al menos no me hará daño. Tengo la certeza moral de que si me como muchos de los higos en mi cuenco, tendrán el efecto mencionado por Hume (su ejemplo era "el ruibarbo es un purgante"). Todos estos son ejemplos de causa y efecto. Nada ha cambiado desde la época de Hume.
Se cree, según Hacking, que la física cuántica enseña que "en el fondo" nuestro mundo está totalmente gobernado por leyes probabilísticas. Ése es un modo en que hemos llegado a creer en un Universo de Azar.
El modo, mucho más interesante, en que vivimos en un Universo de Azar, es el modo en que muchas de nuestras preocupaciones y decisiones han caído en el ámbito de la probabilidad. Como decía en el primer capítulo de La domesticación, los deportes, el sexo, la bebida, las drogas, los viajes, el sueño, los amigos – nada escapa a la probabilidadad: cánceres, atracos, terremotos, inviernos nucleares, el SIDA, el calentamiento global, las cosas cotidianas, el clima de mañana, el incremento probable en el número de accidentes si disminuimos o mantenemos los límites de velocidad, etc.
Finalmente la genética. convertirá un espacio que ha permanecido vacío – o lleno de mera ignorancia – en uno lleno de probabilidades.
Ahora creemos que una gran parte de nosotros está fijada, de un modo bastante bien determinado, por nuestros genes. El color de mis ojos, mi sexo, y bastantes más rasgos corporales están del todo determinados o eso creemos. Pero en los casos de desorden y de enfermedad, ya sea mental o física, nuestros conocimientos actuales no llegan tan lejos. Lo que probablemente nos vayamos a encontrar es que una persona nace con una cierta propensión a desarrollar una enfermedad cardíaca, un cierto tipo de esquizofrenia, o un cáncer de mama. Pero eso es sólo una distribución de probabilidades. Actualmente, nuestro razonamiento es más o menos el siguiente: nadie en mi línea familiar maternal o paterna (IH) ha mostrado ningún signo de enfermedad cardíaca antes de los 85 años. Luego es muy improbable que yo desarrolle una enfermedad cardíaca. Es posible, tal vez probable, que en unos cuantos años un simple test genético a partir de una muestra de sangre dé el mismo resultado, y además podamos explicar mi propensión a no desarrollar una enfermedad cardíaca mediante la nueva información genética. Pero todo permanecerá en el nivel de la propensión. Igualmente, puede que descubramos que uno o más tipos de esquizofrenia están correlacionados con ciertas estructuras genéticas. Pero dudo que eso establezca que una persona desarrollará una esquizofrenia, sólo que hay una alta probabilidad. Puede ser que haya medidas psicológicas prácticas y comportamientos que protegerán a tal persona del riesgo de desarrollar esquizofrenia aguda, así que actuaremos para alterar las probabilidades. Ése es el nuevo mundo en que viviremos.
Tal vez nuestra mejor reducción a la genética de un problema importante es el caso de lo que solía denominarse mongolismo y ahora se llama trisomia o síndrome de Down. El término trisomia resulta más útil. El doctor Lejeune, de París, descubrió que el mongolismo va asociado a un cromosoma 21 extra – de ahí el término trisomia.
Se cree que es altamente probable que alguien con un tercer cromosoma 21 desarrolle este síndrome. No a la inversa – no más de la mitad de las personas nacidas con síndrome de Down tienen el cromosoma extra estándar. Por expresarlo de un modo paradójico, no más de la mitad de las personas con trisomia tienen trisomia, aunque los investigadores creen que todas ellas tienen algo raro en el cromosoma 21. Pero las peculiaridades varían enormemente, y tal vez la raíz no sea después de todo la "trisomia" literal. Pese a todas estas complicaciones, tenemos algún conocimiento determinista que no teníamos antes del descubrimiento de Lejeune. Resulta interesante saber que Lejeune quedó espantado con las consecuencias prácticas de su descubrimiento. Hoy en día muchas madres, al saber que el feto que portan es trisómico, deciden matarlo. Lejeune quedó horrorizado porque mantiene que no todos los fetos trisómicos desarrollarán el síndrome de Down, aunque la mayor parte sí lo hará, y quiere que desarrollemos tratamientos para la mayoría que desarrollará el síndrome de Down, no que los matemos.
Se puede concluir provisoriamente que los resultados de la investigación genética (i) ampliarán el ámbito en el que tenemos probabilidades numéricas con las que razonar, (ii) precisarán considerablemente las probabilidades, pero (iii) raramente llevarán a inferencias plenamente deterministas acerca de la historia vital a partir de los genes.
El término ”teoría del caos” se ha popularizado al ser usado como argumento de artículos de divulgación, novelas y películas que, en su mayoría, poco tienen que ver con la teoría del caos. Eric Bress y Jonathan Mackye Gruber llevaron al cine una película de nombre El efecto mariposa, que trata sobre las consecuencias de cambios pequeños en la vida de un ser humano.
Otro ejemplo perfectamente ilustrado es un escrito hecho por Ray Bradbury, titulado El sonido del trueno. En el mismo, unos cazadores viajan en el tiempo hasta llegar a la prehistoria y sin darse cuenta matan a un insecto. En consecuencia y debido a ello, cuando vuelven al presente se dan cuenta que el mundo en que se encuentran es totalmente diferente al que conocían en un principio.
En cambio, vinculada con la incertidumbre, la lógica borrosa a pesar de su corta historia tiene un crecimiento muy rápido, ya que es capaz de resolver problemas relacionados con la incertidumbre de la información o del conocimiento, proporcionando un método formal para la expresión del conocimiento en forma entendible y comprensible por los humanos. Esto hace que se le pueda asegurar y casi garantizar un amplio campo de aplicaciones con un alto grado de interés. Creo que es un camino posible frente a la incertidumbre al menos del conocimiento. Si la incertidumbre está en nuestro conocimiento o también es propia del mundo no es algo por lo que puedo tomar partido, pero ¿por qué debemos pensar que la estructura del Universo es homogénea?
Bibliografía:
Cazau,P, La teoría del caos en http//galeon.com/pcazv/artifiscaos.html, 1997.
Jacovkis, P.M. “Compilación azar y determinismo” en Ciencia hoy, vol.5, nº28., 2007.
Juega, P., “Teoría del caos. ¿Es predecible el tiempo?”, Revista del aficionado en meteorología, Nº7, 2007.
Juega, P.,Teoría del caos” , http://antroposmoderno.com/antro- articulo.php , 2002
Hacking, Ian, La domesticación del azar. La erosión del determinismo, Gedisa Editora, España, 1997.
Hacking, Ian, Entrevista con Ian Hacking, Asunción Álvarez Rodríguez, http://www.filosofia.net/materiales/num/index.html.
Lorenz E. N., The nature and theory of the general circulation of the atmosphere, Organización meteorológica mundial, 1967.
Prigogine, Ilya, El fin de las certidumbres, Santiago de Chile, 1998.(sexta edición).
Prigogine, Ilya, las leyes del caos, Crítica, Barcelona, 2003.